Integración Sensorial
La teoría de la integración sensorial es una respuesta a múltiples y diversos problemas infantiles de aprendizaje, comportamiento, desarrollo y coordinación motriz, tales como la hiperactividad, la mala inserción escolar, las disfunciones relacionadas con el autismo o las dificultades en el proceso de alimentación.
La teoría de la integración sensorial fue creada para abordar problemas de aprendizaje en los niños. Se trata, más que de una técnica especifica, de un enfoque terapéutico. Se creadora fue la doctora Jean Ayres, estadounidense, que formuló dicha teoría de la integración sensorial a partir de sus propias investigaciones y estableció también la evaluación y el tratamiento de las disfunciones. Sus primeros estudios se basaron en la neuroanatomía, neurobiología y neurofisiología, durante más de 20 años realizó numerosas investigaciones clínicas tanto con niños normales como con niños afectados por problemas de aprendizaje, para las cuales utilizó las evaluaciones. Estos criterios que estableció son muy rigurosos por lo que se necesita una formación específica para evaluar y tratar las disfunciones sensoriales. Existen niños normales con niveles incluso de inteligencia superiores a la media, pero que no perciben el mundo que les rodea como los demás. Tienen reacciones emotivas exageradas y no pueden soportar cambios en su rutina diaria. No son capaces de atender en clase, no comprenden bien lo que se les explica, parecen vagos, tienen graves problemas con la lecto-escritura y/o no pueden estar quietos ni un instante. Los castigos o las clases particulares complementarias no surten mucho efecto.
La información que llega a su cerebro no es bien procesada u son víctimas de esa desorganización sensorial.
La teoría de la integración sensorial aplicad a niños que padecen este problema se basa en el hecho de que los estímulos vestibulares, relacionados con el movimiento, los propioceptivos, relacionados con músculos y articulaciones, y los táctiles no son interpretados por el sistema nervioso de estos pequeños de la misma manera que lo hace el sistema nervios de la mayoría.
Por supuesto no todos los problemas de aprendizaje se deben a una mala integración sensorial, pero los expertos ( Carte y otros, 1984. Devoelopmental and Behavioral Pediatrics, 5 (4), pp. 189-194) consideran que un 70 por ciento de dichos problemas son causados, en modo más o menos directo, por disfunciones en la integración sensorial.
La aplicación de los ejercicios de integración sensorial permiten al niño centrar su atención en los estímulos que son relevante olvidando los demás para así poder mejorar su atención y por ende su aprendizaje. Estos ejercicios solo pueden ser realizados insisto por un profesional terapeuta, pues de lo contrarió puede que reforcemos la mala integración sensorial.
Desde los primeros años podemos comenzar en atención temprana con estos ejercicios, pues ya desde los primeros años observamos como niños de un año o menos tienen dificultades para tocar determinadas texturas, tienen dificultades y rechazan algunos alimentos con texturas características, rechazan el contacto de la arena en el parque o la playa, se niegan a ponerse determinada camiseta, no quieren el contacto de la lana en su piel, les cuesta que les abracen y rehuyen.... los ejemplos son muchos y así mismo son muchos los pequeños que no consiguen superar sin ayuda terapéutica estas desorganización sensorial, apareciendo en tercero de primaria las dificultades de aprendizaje. Junto a esto ejemplos apuntar la importancia que estos ejercicios tienen para los hipertónicos e hipotónicos . El tono muscular es fundamental para poder comenzar a adquirir adecuadamente el proceso escritor.