ORIENTACIONES PARA ALTO RENDIMIENTO

 
 
Ser muy inteligente es muy positivo, pero puede llevar consigo una serie de dificultades, también en el ámbito escolar. Unas veces, por falta de entendimiento y comprensión por parte de los profesores, ya que desconocen este campo y se sienten desconcertados ante un alumno que les interroga con preguntas inusuales y difíciles de responder. Otras veces, porque terminan rápidamente las tareas y demandan atención superior.
En otras ocasiones, porque el propio alumno prefiere hacer tareas de forma mediocre para no distinguirse del resto de compañeros, pero en otros momentos
muestran rasgos de gran inteligencia y genialidad.
 
 

Pautas para reconocer a un niño con alta capacidad;

 
  • Comienza a hablar antes de lo habitual con un vocabulario complejo y como oraciones bien construidas.
  • Realiza preguntas inusuales.
  • Presenta un alto nivel de creatividad, imaginación y fantasía.
  • Tiene pensamientos divergentes (se les ocurren muchas cosas y soluciones para los problemas).
  • Lee y escribe antes de lo que corresponde a su edad.
  • Adquiere los conocimientos con mayor rapidez y eficacia. Posee una gran memoria.
  • Presenta una amplia gama de hobbies.
  • Frente al aprendizaje es curioso ante lo que le supone un reto, persistente hasta llegar al final y se aburre con las tareas simples o repetitivas.
  • En su relación con los demás, es más sensible a las necesidades y sentimientos de las personas.
  • Les gusta trabajar solos; son independientes y autocríticos. Suele ser más reflexivo y menos impulsivo.
 

Pruebas psicopedagógicas de identificación

 
 
Las pruebas psicopedagógicas que se consideran más necesarias en la identificación de alumnos con talento y altas capacidades son:
  1. Pruebas de Inteligencia, sobre todo las de aplicación individual, como el WISC’R.
  2. Pruebas cognitivas y de medidas de habilidades y estrategias superiores de pensamiento.
  3. Pruebas de creatividad.
  4. Pruebas de Inteligencias Múltiples o Cuestionarios.
  5. Pruebas de rendimiento.
  6. Escalas de liderazgo, realización de tareas y otros aspectos de personalidad
 
 
El alumno superdotado debe considerarse como sujeto potencial de la intervención  psicoeducativa. Desde Infantil, en Primaria y en la enseñanza secundaria se puede llevar a cabo programas de enriquecimiento, agrupación y aceleración. Los de gran talento específico deben orientarse hacia instituciones especializadas: música, matemáticas, etc. Es importante contar con que puede haber un rendimiento deficiente por parte de algunos superdotados. Por este motivo, es conveniente:
 
  • Establecer medidas preventivas para evitar el fracaso escolar.
  • Proporcionar modelos apropiados de comportamiento.
  • Enseñar al niño a establecer y aceptar limitaciones.
  • Las expectativas de logro escolar deben ser consistentes, más que competitivas.
 
 

Principales estrategias de intervención escolar

La mayoría de los autores coinciden en que las principales estrategias de intervención con niños superdotados son tres (Laycom, 1979; Khatena, 1982; Britt,
1988; Genovard y Castelló, 1990):
 
Estrategia de aceleración
 
Esta estrategia consiste en permitir adelantar a uno o más cursos escolares.
Los nuevos contenidos están más de acuerdo con sus capacidades.
Es más motivador para las inquietudes intelectuales de los alumnos.
Puede estar en desacuerdo con el desarrollo social, emocional y física.
En las diferentes etapas se aplica:
E. primaria: saltar de curso. Comenzar la escolaridad a edad más temprana.
Secundaria: ofrecer cursos adicionales.
o Condensar dos cursos en uno.
o Recibir enseñanzas universitarias.
o Convalidar después en la universidad el trabajo el trabajo realizado en el instituto
 
Argumentos a favor de la aceleración (Genovard y González, 1993):
El criterio para pasar de curso debería ser el dominio de la asignatura y no la duración de los estudios, como se viene haciendo.
Si los alumnos superdotados no se encuentran estimulados intelectualmente, se puede inhibir su desarrollo intelectual, emocional y social.
Si todo un grupo da un salto, la inadaptación social sería menor.
La aceleración permitirá a los alumnos más responsabilidad, lo cual contribuirá a su madurez.
Permite la graduación antes y la llegada al mundo profesional.
Es el recurso administrativo más fácil y, de hecho, ha sido el más usado (Laycom, 1979).
 
 Argumentos en contra de la aceleración:
El salto es un método simplista. No tienen en cuenta los problemas emocionales y
sociales.
Los programas suelen ser los de “alumnos mayores”, no es individualizado.
Saltarse partes de programa puede provocar futuros problemas.
No suelen presentar el mismo nivel en todas las asignaturas, con el desajuste que
esto supone.
La aceleración puede provocar rechazo de padres y de profesores.
El profesor debería aprovechar al máximo las posibilidades del currículo ordinario.
La aceleración serviría para los talentosos académicos, no para otros tipos de
talento.
Hoy se tiene en cuenta las adecuadas habilidades sociales y la madurez emocional de su edad, antes de adelantar. Terman y Oden (1994) estudiaron el rendimiento escolar de alumnos adelantados de curso y alumnos no adelantados y llegaron a las siguientes conclusiones respecto a
los adelantados: Asimilaban más que los compañeros de la misma edad. Un mayor número se graduaba en la universidad. Obtenían más distinciones.
Un mayor porcentaje continuaba estudiando e investigando en distintos campos.
 
Estrategia de agrupamiento
 
Consiste en agrupar a niños excepcionales en centros especiales donde se puedan llevar a cabo programas adecuados a sus destrezas y capacidades (Genovard y Castillo, 1990).
Evita el desajuste negativo que se podía dar con la aceleración.
El alumno brillante puede trabajar con otros brillantes.
El rendimiento parece asegurado.
Se pueden desarrollar hábitos de cooperación y trabajos en equipo.
 
Estrategia de enriquecimiento
 
Esta estrategia consiste en realizar diferentes programas y actividades que
enriquecen los programas ordinarios.
  • Ampliaciones curriculares: el currículo ordinario se suele quedar corto para el alumno superdotado. Por este motivo, conviene ampliar en diferentes direcciones el mismo:
De forma horizontal.
De forma vertical.
  • Ampliando temas y contenidos de alguna asignatura de cursos superiores o bien profundizando en los temas y contenidos de estudio del currículo que realiza con sus compañeros.
 
  • Adaptaciones curriculares: pueden realizarse como:
Ampliación curricular no significativa. Intervienen los profesores y tutores su elaboración. Son ampliaciones puntuales.
Ampliación curricular significativa. Se programan los objetivos, los contenidos, la metodología, las estrategias en el qué y cómo enseñar y los
procedimientos de la evaluación
 

 

Decisiones a tomar

  1. Coordinar y diseñar el plan teniendo en cuenta el Proyecto Educativo del centro y el Proyecto Curricular.
  2. Contar con la formación y la competencia profesional de los profesores que implementen el plan.
  3. Tener en cuenta las características de los superdotados, de cada uno de ellos, así como las de sus compañeros.
  4. Prever los recursos y las fases de implantación, así como el seguimiento y la evaluación.
 

Acciones de orientación a los alumnos

  • Conocer a cada uno e informar a los profesores de forma positiva.
  • Proponer planes de intervención para mejora de las habilidades sociales, estrategias de aprendizaje y metacognición y orientación vocacional.
  • Acciones de orientación y asesoramiento a los padres
  • Informar de las características de sus hijos superdotados.
  • Informarles de diferentes recursos para superdotados: para encauzar su deseo de saber, la creatividad y los intereses.
  • Coordinar las acciones familiares con las del colegio.
  • Intervención y enriquecimiento en el aula
 
Conocer las características de los alumnos superdotados es el primer objetivodel profesor.
 
 

Bibliografía sobre el tema

Freeman, J. (1988). Los niños superdotados aspectos psicológicos y pedagógicos. Madrid: Santillana-Aula XXI.
Gagné, R. (1968). “Contributions of learning to human development”. Psychological Review, 75. p. 177-191.
Genovard, C. y otros. (1989). L´alumne superdotat. Barcelona: Generalitat de Catalunya.
Genovard, C; Castelló, A. (1990). El límite superior. Aspectos psicopedagógicos de la excepcionalidad intelectual. Madrid: Pirámide.